miércoles, 18 de julio de 2007

Bubker El khamlichi: La voz de un doctorado en experiencia

Bubker es la voz de la experiencia. Su dilatada trayectoria en el activismo social no permite otear la larga línea que une sus principios con el presente. Escucharle, es el aprendizaje de más alto nivel que puede recibir un alumno de la vida.
Ingeniero agrónomo de profesión y líder sindicalista, de inmenso carisma, por naturaleza, El khamlichi contagia tranquilidad y aplomo a todo aquel que se encuentra a pocos metros a su alrededor. Al preguntarle por sus grandes causas, aparecen sus mayores pasiones: la idea de una justicia social y la igualdad de la mujer. Ambas acaban por encender su cara de forma muy singular. Estas, son solo dos de sus infatigables luchas. Han habido muchas, por eso, no hay que derrochar, sino dosificar la energia vital con inteligencia. Sabe que a veces esperar a mañana dá mejores resultados que actuar hoy mismo. Su papel al frente de la Asociación "Attawassoul" le obliga a dar pasos medidos, pero muy contundentes.

Entre sus conquistas, su palmares con trascendencia internacional, cabe reseñar su aportación a la campaña "Ropa Limpia". Muchas organizaciones de Occidente han partido de sus trabajos y referencias para sensibilizar a determinadas sociedades sobre prácticas de consumo responsable.

Conocedor del sistema y experto en encontrar las rendijas del mismo, a sus `obreras´, como las llama cariñosamente, les ayuda a encontrar una garantía de futuro.

Bubker, como espeleólogo social, tiene claro que son muchas las líneas de trabajo a seguir. Por el momento, reconoce que los cambios logrados son mínimos: salarios ínfimos, condiciones de vida deficientes y un desequilibrado papel de la mujer en la sociedad marroquí. Dicen que hay que predicar con el ejemplo. Pues para este doctor social de Marruecos, con más de medio siglo de lecciones a sus espladas, hay un paso básico y esencial: escenificar y materializar en casa, aquello que uno defiende a ultranza de puertas para afuera.

Mientras tanto, sus tres hijos abusan de su experiencia como consejero, pero a él no le importa, todo lo contrario, la recompensa que recibe de ellos ilumina siempre su curtido y reflexivo rostro. Tanto dentro como fuera de casa, Bubker prosigue con sus particulares clases de vida. Intenta ser un ejemplo. Su entorno bebe día a día del interminable tarro de cristal, repleto de talento y sabiduría almacenada durante todos estos años. Siempre activo, sin permanecer sentado como sujeto pasivo ante los acontecimientos, el auténtico rey del pueblo vive en Tánger, pero no lo hace en palacio...

(En la foto, Bubker El khamlichi, a la derecha, con un grupo de obreras del textil y el periodista Juan de Sola, izquierda.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Juan de Sola....Pertenezco a una familia de sola en Centroamerica. De casualidad encontre este blog y me da curiosidad....entre al blog buscando informacion en cooperacion internacional...mi nombre es Monica (monacugar@yahoo.com)