miércoles, 18 de julio de 2007

Los periodistas de la ONG Amarante ya están en casa

Regresar a casa conlleva varias responsabilidades, entre ellas, la de relatar de forma pormenorizada las experiencias, los intercambios culturales y las emociones más extraodinarias que hemos registrado en nuestro disco duro durante un periplo por el norte del Magreb. Bien es cierto, que ver y sentir de cerca a los nuestros era un deseo latente, pero, una familia, una gran familia se ha quedado al otro lado del estrecho de Gibraltar.

Han sido once días de exploración, donde un mundo por descubrir nos estaba esperando con los brazos semi abiertos. El paso del tiempo, una vez más, se ha encargado de limar aquellas asperezas, habituales en la convivencia de culturas con grandes diferencias. Todo ha parecido sencillo, cuando incialmente no lo era. El pueblo tangerino ha hecho fácil nuestra estancia aplicando una ley de hospitalidad, generosidad y respeto, formado parte de un código de conducta no excepcional. Saben como hacerlo, porque la práctica es diaria.

Las trabajadoras del textil, los responsables de la asociación Atawassoul, los miembros del colectivo 'Cien por cien mama', la asociación nacional de derechos humanos en Marruecos y otras mujeres y hombres que a título individual promueven iniciativas sociales se han encargado de abrir la ventana de la realidad social de la zona, a sabiendas de que el aire que entra por esa ventana todavía es muy frio.

La propuesta personal de conocer otras realidades no hace más que enriquecer el espiritú de cada uno. Los contrastes permiten valorar el grado y nivel de fortuna que le rodea, pero también diagnosticar el estado en el que se encuentra su concepción de la humanidad. A veces, la moderna sociedad, en la que comodamente residimos, se encarga de adormecernos, con sigilo, valores tan esenciales como el que cualquiera puede encontrarse en un pueblo como el marroquí.

Negar los problemas, las dificultades o las desigualdades sería ponerse una venda en las ojos con clara voluntad de no querer ver las evidencias. Es indudable que no hay que levantar demasiado la mirada para encontrarselas. A pesar de ello, muchas son las mujeres que, con ayuda de algunos hombres, intentan reponerse de tal situación cada mañana. La sociedad marroquí camina, a menor ritmo del deseado, hacia un espacio de cambio. Probablemente, se registraran pequeñas novedades con el paso del tiempo que modernizaran discretamente una sociedad con fuertes tradiciones, pero, sea como fuere, nosotros lo admiraremos en la distancia porque ya hemos aterrizazo en casa.

(En la foto, Roi Palmás y Juan de Sola a su llegada en el aeropuerto de Peinador en Vigo)

Bubker El khamlichi: La voz de un doctorado en experiencia

Bubker es la voz de la experiencia. Su dilatada trayectoria en el activismo social no permite otear la larga línea que une sus principios con el presente. Escucharle, es el aprendizaje de más alto nivel que puede recibir un alumno de la vida.
Ingeniero agrónomo de profesión y líder sindicalista, de inmenso carisma, por naturaleza, El khamlichi contagia tranquilidad y aplomo a todo aquel que se encuentra a pocos metros a su alrededor. Al preguntarle por sus grandes causas, aparecen sus mayores pasiones: la idea de una justicia social y la igualdad de la mujer. Ambas acaban por encender su cara de forma muy singular. Estas, son solo dos de sus infatigables luchas. Han habido muchas, por eso, no hay que derrochar, sino dosificar la energia vital con inteligencia. Sabe que a veces esperar a mañana dá mejores resultados que actuar hoy mismo. Su papel al frente de la Asociación "Attawassoul" le obliga a dar pasos medidos, pero muy contundentes.

Entre sus conquistas, su palmares con trascendencia internacional, cabe reseñar su aportación a la campaña "Ropa Limpia". Muchas organizaciones de Occidente han partido de sus trabajos y referencias para sensibilizar a determinadas sociedades sobre prácticas de consumo responsable.

Conocedor del sistema y experto en encontrar las rendijas del mismo, a sus `obreras´, como las llama cariñosamente, les ayuda a encontrar una garantía de futuro.

Bubker, como espeleólogo social, tiene claro que son muchas las líneas de trabajo a seguir. Por el momento, reconoce que los cambios logrados son mínimos: salarios ínfimos, condiciones de vida deficientes y un desequilibrado papel de la mujer en la sociedad marroquí. Dicen que hay que predicar con el ejemplo. Pues para este doctor social de Marruecos, con más de medio siglo de lecciones a sus espladas, hay un paso básico y esencial: escenificar y materializar en casa, aquello que uno defiende a ultranza de puertas para afuera.

Mientras tanto, sus tres hijos abusan de su experiencia como consejero, pero a él no le importa, todo lo contrario, la recompensa que recibe de ellos ilumina siempre su curtido y reflexivo rostro. Tanto dentro como fuera de casa, Bubker prosigue con sus particulares clases de vida. Intenta ser un ejemplo. Su entorno bebe día a día del interminable tarro de cristal, repleto de talento y sabiduría almacenada durante todos estos años. Siempre activo, sin permanecer sentado como sujeto pasivo ante los acontecimientos, el auténtico rey del pueblo vive en Tánger, pero no lo hace en palacio...

(En la foto, Bubker El khamlichi, a la derecha, con un grupo de obreras del textil y el periodista Juan de Sola, izquierda.)

Amina Bentahar es la esencia del feminismo

Amina desborda elegancia. Reside en un céntrico edificio de la ciudad de Tánger. Desde allí se divisa todo el Estrecho de Gibraltar y la sensación de libertad aumenta por momentos. En su caso no es casualidad.

Tras continuos gestos de generosidad sobre una mesa, cuidadosamente elaborada, donde luce el mimo gastronómico, Amina comienza a soltarse entorno a su papel como mujer en Marruecos. Madre soltera y luchadora a su vez, conoce y domina a la perfección las realidades de las dos orillas. Nunca abandona la esperanza. Considera que la mujer comienza a ser el motor de la modernización de su país.

De repente, su hijo hace su entrada en el salón. Ella detiene por un instante la conversación y lo observa con orgullo, después prosigue. Asegura que la fuerte penetración de la mujer marroquí en la Universidad, unida a las pequeñas conquistas sociales que se van registrando, auguran un cambio lento pero seguro.

Farmaceutica de profesión y ejemplo a seguir, Amina tiene una sensibilidad especial, como la gente de su pueblo, para calibrar, con una sola mirada, la voluntad del que tiene delante. Aboga por participar en una carrera de fondo que coloque a la mujer en la posición social que históricamente le pertenece. No cree en utopías, y con la humildad como filosofía de vida, tiene su fe depositada en los cambios sólidos y seguros a todos los niveles. Asevera también que las revoluciones son prescindibles, mientras que los pequeños cambios son vitales.

La esencia del feminismo en Marruecos ya presume de algunas ministras de excepción. Quien descubre a Amina, sabe que está ante una de ellas.
(En la foto, Amina Bentahar responde al periodista Roi Palmás con la bahía de Tanger al fondo)

martes, 17 de julio de 2007

Raja: "La maternidad me llama"

Raja es otra de esas mujeres trabajadoras en Tanger que intenta librar la dificil empresa de conciliar la vida laboral con la personal. Procede de una reducida poblacion del Este del pais. Como muchas mujeres, con una corta edad cogieron las pertenencias indispensables y se subieron al tren de la migracion del rural a las ciudades. Varios dias de viaje para iniciar una nueva vida. Varios sacrificios y renuncias para intentar garantizar un buen porvenir. Bien es cierto que los comienzos no fueron faciles. Tampoco son ahora sencillas las dificultades que plantea su vida diaria.

Madrugar no es un problema. Trabajar es una necesidad y ser feliz, una apuesta personal. Raja asume el complejo reto de dar amparo a sus dos hermanos bajo el mismo techo, donde ahora reside cuatro personas. Es muy habitual que uno de los miembros de la familia abra el camino de la prosperidad. En ocasiones, el deseo de atraer a otros miembros del nucleo familiar a las grandes ciudades inclina en mayor porcentaje la cuesta.

Ahora Raja persigue superar problemas de salud con su sistema respiratorio, algo imprescindible para continuar con su empleo y seguir siendo pieza fundamental para los suyos. Sin embargo, en su interior, hay un ronroneo ensordecedor. Esta joven marroqui comienza a sentir una llamada ineludible. La descendencia se debate entre el deseo y el deber.

El reloj biologico y la maternidad parecen estar aliados en la que sera nueva vida de Raja. Dice que sostener entre sus brazos sangre de su sangre es un proyecto en el que el precio a pagar no importa. Considera que sus dificultades de existencia no son un motivo como para renunciar a un biberon y un chupete. Y es que la maternidad, a Raja, le llama.

Nuevo reten de voluntarios de Amarante en Tanger

Transcurridos ocho dias de nuestra llegada al Norte de Africa, una nueva delegacion de voluntarias de la ONG Amarante pisa el puerto de Tanger. Desde primera hora de la tarde de ayer, la veterania adquirida en los ultimos dias ha sido considerada un grado. Miles fueron las preguntas e infinitas las respuestas. La mejor recomendacion: "Carpe Diem"...

La labor de esta nueva delegacion va a estar centralizada en la convivencia con las mujeres trabajadoras del textil, compartiendo el mismo espacio en el que se desenvuelven habitualmente. Por un periodo de veinte dias, las voluntarias de Amarante tambien tendran como uno de los principales objetivos conocer las circunstancias sociolaborales de sus nuevas anfitrionas.

No obstante, no se descartan algunas labores de iniciacion en materias de alfabetizacion y formacion relacionadas con la lengua y cultura españolas. Manteniendo una agenda, previamente consensuada por la Asociacion Attawassoul y por la ONG Amarante, los cooperantes gallegos mantedrán contacto con sus espacios mas cotidianos: trabajo, ambito domestico y circulo social, sin alterar su desarrollo diario.

(En la foto, segunda delegacion de voluntarias de la ONG Amarante en la ciudad de Tanger)

lunes, 16 de julio de 2007

Tanger: Capital de oportunidades

La posicion geoestrategica de Tanger le confiere el papel dominante como ciudad receptora de emigrantes. El fenomeno migratorio interno rural-ciudad ha convertido al Norte de Marruecos en un destino supuestamente cargado de oportunidades.

Son muchas las mujeres que, desde muy jovenes, toman la importante decision de abandonar el seno familiar para emprender su peregrinar hacia las grandes urbes. En ellas esperan encontrar un porvenir mas prospero diferenciado en dos fases: En un primer momento, a nivel individual, para posteriormente atraer a los demas miembros de la familia. Con este objetivo se acostumbra a idealizar una direccion migratoria, muchas veces sin retorno.

La realidad reserva sorpresas indeseadas. Bajos salarios, que rondan los 1.800 Dirhams al mes
(aproximadamente unos 180 euros mensuales), dificil acceso a la vivienda o una escasa tasa de alfabetizacion y formacion, mas acrecentado en el caso de las mujeres, son ejemplos clarificadores del panorama con el que se topan los que llegan de zonas alejadas a la hora de establecerse como ciudadanos de Tanger.

Aun asi esta ciudad cuenta con un tejido asociativo que, sin reservas, asume el papel de trabajar sin descanso, por mejorar condiciones y garantias de vida.

Los colectivos especializados en orientar a las mujeres trabajadoras, en diferentes terrenos sociales, tienen claro que la siembra no suele ofrecer una cosecha inmediata. Pero lo que es incuestionable es que la discreta red de servicios sociales creada por el asociacionismo a este lado del estrecho, nos ofrece la fundada esperanza de que Tanger, se convertira en la futura capital de las oportunidades.

(En la foto, la panoramica idilica de la ciudad de norteafricana)

domingo, 15 de julio de 2007

Nuevas vidas, viejas tradiciones

Dos nuevas vidas causaron el renacer de una vieja tradicion. Dos bebes, un niño y una niña, han conseguido revolucionar un humilde barrio del corazon de Tanger. No es que sea raro que nazcan nuevos miembros de la sociedad marroqui, pero el caso de estos dos recien llegados es distinto. Ambos son ya como hermanos. Sus madres lo comparten casi todo, de hecho hacen frente comun a las tradiciones, a la dureza de la vida de las mujeres solteras, y a las responsabilidades que conllevan dos seres dependientes.

En la sede de la "Asociacion Cien por Cien Mamas", se ha cometido un exceso: La celebracion por todo lo alto del alumbramiento de dos de las beneficiarias del colectivo con modestos recursos. La mas pura artesania y la imaginacion han hecho posible que una racion de cordero con almendras y datiles fuese una delicatessen para los comensales.

Ni
ños, mamas y el resto de invitados, sentados alrededor del mismo plato minuciosamente elaborado, compartieron una vieja tradición, formando parte de una gran familia. El momento se convierte en algo especial para todos. Sin cubiertos sobre una mesa redonda, la mano derecha y el pan recien cortado fueron los unicos aliados para estar a la altura de tan relevante acontecimiento.

Una vez terminado el manjar, las madres solteras de la asociacion intercambian silenciosas miradas de complicidad. Ha llegado el momento. El genero masculino, tal y como marca la tradicion, debe estar ausente. Nosotros nos marchamos, ignorando cualquier rito relacionado con la maternidad. Pero, la fortuna nos brindo, accidentalmente, el privilegio de escuchar el popular canto que da la bienvenida a los dos peque
ños a esta vida.

Desde un agreste solar que lindaba con la calle de la asociacion fuimos testigos de excepcion. A pesar del intenso calor, no pudimos dejar de sentirnos cautivados por descubrir un ritual que nos permitio estar un poco mas cerca de una cultura extraordinaria.

(En la foto, el plato de cordero aderezado con almendras, datiles y aceite de oliva)