Esta mujer trabajadora representa la elegancia, externa e interna, de una lucha contra todos los elementos por sobrevivir. Un bajo salario, condiciones laborales muy mejorables y unos pocos metros cuadrados de espacio vital compartidos con sus compañeras de fabrica no acentuan su desazon, todo lo contrario, subestiman la necesidad de superarse a diario.
Cuando mira al horizonte, no persigue perderse en el tiempo, intenta buscar el camino mas corto hacia un nuevo rumbo de vida. Considera que lo actual es eventual. Sabe, es consciente de que un proyecto de vida va a hacerse esperar. Solo pide respeto como mujer, como trabajadora y como ser humano. Prefiere caer extenuada haciendo frente a los elementos antes que flexionar las rodillas.
Un sueño como el de ser una modesta empresaria atestigua que esta a su alcance, solo es cuestion de tiempo y trabajo. No le asusta tener que renunciar a espacios personales por salir de un tunel con una luz muy tenue. Sin apenas medios, su orientacion es magistral y su humanidad generosa, no culpa a nadie ni a nada por su situacion, solo la afronta. Por eso mañana, Jamila se despertara a las 06:15 h. para iniciar una nueva jornada, siendo consciente de que la resta de dias continua su progreso. Ya falta un dia menos.
(En la foto Jamila disfruta de unas pocas horas de sol en Tanger, uno de los pocos escapes que tiene.)
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