La situacion no conviene que se repita con demasiada frecuencia, puesto que el poso del cansancio se va acrecentando a medida que transcurren los dias. Casualmente, el final de la semana coincide con un mayor volumen de trabajo en la fabrica. Es decir, dejarse llevar por un merecido y logico respiro es sinonimo de problemas domesticos en un futuro a corto plazo.
Esta es la filosofia con la que debe amanecer un domingo cualquiera para muchas mujeres trabajadoras en la zona.
[En la foto: una joven mujer trabajadora prepara la masa del pan artesano para el dia siguiente]
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