Madrugar no es un problema. Trabajar es una necesidad y ser feliz, una apuesta personal. Raja asume el complejo reto de dar amparo a sus dos hermanos bajo el mismo techo, donde ahora reside cuatro personas. Es muy habitual que uno de los miembros de la familia abra el camino de la prosperidad. En ocasiones, el deseo de atraer a otros miembros del nucleo familiar a las grandes ciudades inclina en mayor porcentaje la cuesta.
Ahora Raja persigue superar problemas de salud con su sistema respiratorio, algo imprescindible para continuar con su empleo y seguir siendo pieza fundamental para los suyos. Sin embargo, en su interior, hay un ronroneo ensordecedor. Esta joven marroqui comienza a sentir una llamada ineludible. La descendencia se debate entre el deseo y el deber.
El reloj biologico y la maternidad parecen estar aliados en la que sera nueva vida de Raja. Dice que sostener entre sus brazos sangre de su sangre es un proyecto en el que el precio a pagar no importa. Considera que sus dificultades de existencia no son un motivo como para renunciar a un biberon y un chupete. Y es que la maternidad, a Raja, le llama.
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